Zarautz es un pueblo costero de Gipuzkoa con sobrados encantos para una escapada en furgoneta camper: su gran playa surfera, parada obligada de los grandes de este deporte en el Pro Zarautz, campeonato mundial de surf que promueve el World Surf League; un elegante malecón donde pasear nuestros lunes al sol; o su espectacular duna y biotopo protegido, Iñurritza. Pero esta vez no hemos venido a nada de eso. Vamos a conocer Zarautz, pintxo a pintxo.
¿Nos sigues en esta ruta de pintxos por Zarautz?
Antes de comenzar, nos gustaría aclarar que esta ruta no es fruto de la casualidad, pocas escapadas, sean en furgoneta camper o no, hacemos nosotros sin una buena investigación y planificación. Además, más de una vez lo hemos dicho: ir de pintxos es caro. Así que detrás de cada artículo de gastronomía existe una labor previa de investigación a conciencia.
En este artículo sobre gastronomía vasca nos centramos en una de nuestras costumbres más arraigadas: ir de pintxos. Y elegimos Zarautz por ser un pueblo costero donde encontramos una auténtica selección de bares para comer unos pintxos km0 y elaborados con productos de temporada.
¿Te apetece venir de pintxos por la Costa Vasca? Goazen! Ponte calzado cómodo, una sonrisa y el “egun on” (buenos días) en los labios. Nos vamos de pintxos por Zarautz!
La primera parada nos lleva hasta la plaza de La Música, centro neurálgico de la vida del pintxo y poteo de Zarautz. Nuestros primeros pasos se dirigen al Bar Joshe Mari, un pequeño local donde sirven una de las raciones de calamares más ricas que hemos probado. Además, el tamaño de los calmares y la abundancia de la ración no se le pasará a nadie por alto. Regamos todo con txakoli Katxiña, elaborado en la vecina villa de Orio.
Sin abandonar la plaza nos desplazamos al bar Txiki Polit. Estamos en temporada, así que pedimos un plato de piparrak, guindillas, que nos sirven fritas. Las guindillas se recogen en el mes de septiembre y es muy común comprarlas para freir y comerlas como acompañamiento. Sin embargo en los bares de nuestros pueblos podemos degustarlas como un plato o ración. Si no os gusta el picante, mejor que paseis directamente a nuestra segunda propuesta en este bar: La berenjena rellena de jamón y queso. Un pintxo batante clásico que en el Txiki Polit lo preparan muy bien. No os vayais sin probar el vermouth artesano de Tciki Polit. Nos pareció excelente.
Salimos de la plaza y callejeamos hasta llegar al bar Lukas. Más que un bar diría yo. Es uno de esos establecimientos en los que además de degustar un rico pintxo, podrás encontrar una interesante exposición de arte vistiendo las paredes del local. Una manera muy acertada de dar visibilidad y posibilidades a obras de artistas locales.
Aquí nos decidimos por un pintxo de toda la vida, pero tan rico que nunca pasará de moda:un pintxo clásico de antxoas en salazón. Un poducto muy sabroso, muy nuestro y que además nos encanta.
Dicen que las mejores antxoas son las del Cantábrico (sin duda). Pero… ¿Quereís saber donde están las mejores? Os lo contamos: En Mutriku, otro precioso pueblo costero a pocos kilómentros de Zarautz.
¿Cuál es el mejor compañero para este pintxo? Un txakoli,(Getariako Txakolina DO) un tipo de vino blanco que se produce en las faldas de los montes de Zarautz, Getaria y Orio principalmente, en esta zona costera de Gipuzkoa. ni que decir tiene. Seguimos apostando por los productos de la tierra.
La impresionante barra del bar Salegi llama la atención tanto por los pintxos como por la cuidada presentación, con carteles bilingües, euskara-castellano, que nos resume el contenido de cada bocado. Nos cuesta elegir…Los ojos se nos van en una danza incontenible y finalmente se posan sobre los elegidos: un canelón relleno de carrillera y una crepe rellena de hongos con foie. Dos pintxos exquisitos.
Sí, ya sabemos que la foto no es un rollito de sushi. Entramos en el bar Jakoba con mucha intriga. ¡¡Nos habían chivado que preparan pintxos de sushi muy ricos!! Pues nos apetece cambiar un poco y probar unos “Euskal-sushis”. Pero no nos acompaña la suerte. Parece que es un secreto a voces y para cuando llegamos se han terminado todos. Aun así, no nos frustramos y pedimos una ración de pulpo que nos hizo olvidar el sushi en un santiamén. La calidad y el buen hacer de Jacoba, así como la simpatía y la cercanía con las que nos atendió el camarero nos hizo sentir muy a gusto en este local.
La última parada de esta ruta de pintxos por Zarautz nos lleva hasta el bar Naparrak, un bar muy conocido por elaborar unas de las croquetas más ricas que se sirven en los bares de toda Gipuzkoa. Damos fe de ello, muchas tardes de playa hemos acabado comiendo croquetas acompañadas de un txakoli en el Naparrak. Sin embargo, esta vez decidimos decidimos comer carne: foie a la plancha y foie sobre taco de solomillo. Dos pintxos deliciosos y muy recomendables con los que ponemos punto y final a esta ruta de pintxos, antes de que sea tarde.
Para bajar los pintxos y aclararnos la mente de los efectos del txakoli, recorrimos el malecón y nos deleitamos caminando sobre la pasarela de madera que protege el biotopo de Inurritza. Un conjunto de dunas situado entre la playa y el campo de golf.
Nos hubiera gustado… Probar el pintxo Toldotxo, una creación del reconocido cocinero Carlos Argiñano e impulsada por algunos hosteleros de Zarautz, como símbolo de esta localidad costera. Los toldos de Zarautz que se colocan en la playa durante el verano han inspirado este nuevo bocado y dado el nombre al pintxo: en Euskara toldotxo es “pequeño toldo”. Queda pendiente para otra visita, pero si algunos de los que nos leéis lo probáis antes nos lo contáis, ¿de acuerdo?.
*Dedicamos este artículo a mi compañera de trabajo Aran y su cuadrilla del parque; esas sabias zarauztarras que tan bien nos han aconsejado. Eskerrik asko!
INFORMACIÓN DE VIAJE:
http://www.turismozarautz.com/
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