Estos días en los que parece que la lluvia y el viento no nos dan tregua hemos realizado un breve paseo por la Foz de Lumbier, allí donde se abren ante nosotros las puertas de los Pirineos. Quedarse en casa es ya un suplicio, y no, no nos asusta el mal tiempo porque tenemos dos aliados insuperables: las botas y el chubasquero. Contra todo pronóstico…paseo bajo la lluvia. ¡Ponte las botas y síguenos!
MAPA DEL LUGAR
La Foz de Lumbier, en el municipio de mismo nombre, forma parte de los valles prepirenaicos de Navarra. Pero, ¿qué es una foz? Pues no es otra cosa que una palabra con la que se designa en Navarra a una garganta o desfiladero excavado por la acción erosiva de un río. Las preciosas y verdosas aguas del río Irati son las responsables de la Foz de Lumbier, aunque hay que decir que en estos valles existen algunas más como consecuencia del paso de los ríos Salazar, Esca o Areta, entre otros.
El breve pero interesante recorrido (2’6km ida y vuelta) por esta garganta nos lleva por un camino llano y accesible incluso para personas con movilidad reducida, y es que este cómodo camino es lo que nos queda de un ferrocarril (“El Irati”) que la atravesó desde 1911 hasta 1951 para transportar la madera extraída de los bosques del Pirineo.
La Foz de Lumbier está flanqueada por altas paredes calizas de unos 100m de altura provistas de cuevas, alerones y cornisas desde donde pudimos vernos observados por una amplia colonia de activos buitres, que incluso a ratos sobrevolaban el lugar con elegancia, desafiando al viento y la lluvia que nos acompañaba este día. Y es que muy cerca de la foz existe un “muladar”, un comedero para aves carroñeras que se puede observar desde el mirador situado en la carretera NA-178.
A lo largo del recorrido atravesamos dos túneles de esos en los que te quedas a ciegas, así que es imprescindible llevar una linterna para la ocasión.
En el punto final y de retorno del breve paseo podemos encontrar un pequeño sendero que discurre al borde de un precipicio y nos lleva hasta el Puente del Diablo, hoy en ruinas.
Restos del Puente del Diablo.
No es recomendable llevar a los niños por él pero, a turnos, los adultos podemos acceder con precaución para disfrutar de las vistas del río Irati en todo su esplendor.
Regresamos desandando el paseo realizado hasta el aparcamiento (de pago durante el día), donde se encuentra el área de acogida de la Foz de Lumbier. Allí se puede solicitar un mapa de la zona y la información necesaria. El lugar cuenta además con unas mesitas para almorzar, pero …ya hemos dicho que esto era un paseo bajo la lluvia.
Para completar el día nos dirigimos a la cercana villa romana de Liédena, situada al pie de la autovía que une Sangüesa con Pamplona. Está perfectamente acondicionada para la visita con un recorrido señalizado y provisto de paneles explicativos. Es de libre acceso y tiene un amplio aparcamiento.
Esta villa llegó a ser una de las más importantes de Pamplona, pues era la casa de un poderoso señor que controlaba la producción agrícola de esa zona.
Pozo del yacimiento.
Contaba con más de 50 dependencias, las principales dispuestas en torno a un patio central con un pozo. También se han hallado dos termas y varias cisternas distribuídas por todo el yacimiento y relacionadas con las labores agrícolas . Los restos de valor descubiertos en esta villa, así como los elegantes mosaicos se pueden ver en el museo de Pamplona.
Como ves, realizamos nuestro paseo contra viento y marea. Somos de esos que piensan que no existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada… y aunque la frase no sea nuestra, la tomamos prestada para este post.¿Te has puesto ya las botas?
Información práctica:
Lugares cercanos de pernocta en camper:
Area de autocaravana de Sos del Rey Católico
La página web que nos inspiró el paseo:
Información de la ruta:
http://www.wikirutas.es/rutas/Navarra/Pirineo_Navarro/Foz_de_Lumbier/
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