Hay muchos padres que se vuelven locos buscando breves pero interesantes excursiones para los niños, y especial dificultad suelen tener aquellos que tienen niños que recientemente han echado a andar. Nosotros sabemos de eso y tenemos los sentidos entrenados para ir buscando los caminos que pueda realizar nuestro pequeño, así que aquí dejamos la experiencia de una breve excursión con un final espectacular, nada más y nada menos que por los Pirineos. ¿Os apuntais?
Para realizar la excursión hay que acercarse hasta Broto, un pequeño pueblo de los pirineos oscenses asentado a orillas del río Ara. Los carteles que anuncian la cascada de Sorrosal nos llevarán hasta un aparcamiento desde el que comienza el paseo.
Un camino que sigue el curso del río, de unos 700m (ida y vuelta), nos brinda el paseo perfecto para realizar con los más pequeños sin que se cansen demasiado. Por el camino encontraremos motivos para pararnos puesto que hay una cabrería, y las cabras curiosas se acercan a saludar a todo el que pasa. A los niños no se les va a pasar.
El final de paseo nos conduce hasta la hermosa cascada de gran cola donde además se realiza barranquismo.
Después, se puede regresar y dar otro paseo hasta el pueblo, desde donde también podremos admirar la belleza de la cascada desde otra perspectiva.
Broto a orillas del río Ara
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