11/09/2013

VIAJE AL MEDITERRÁNEO : COSTA BRAVA Y MENORCA

Este año no nos apetece ir muy lejos, queremos descubrir esos paraisos cercanos que muchas veces se nos pasan por alto. Queremos ir en ruta con la furgo si prisa, sin hacer demasiados kilómetros y disfrutando de la brisa del mar… Nos vamos al Mediterráneo. ¿Vienes?

MAPA DEL VIAJE COMPLETO

 

COSTA BRAVA

30 de julio, martes:

Salimos de casa algo más tarde de lo esperado, así que paramos a cenar de picoteo en un area de autopista y llegamos, bastante tarde a dormir a el F.P de Saint Beltrand de Comminges. Lo solemos utilizar a menudo cuando cruzamos Francia en esa dirección. Este furgo perfecto es perfecto. Calidad de sueño, baños limpios por la mañana, compañía de más furgos y caravanas…que nos dure mucho.

31 de julio, miércoles:

Después de un tranquilo desayuno nos ponemos de nuevo en ruta y tras comer de picoteo algo llegamos por la tarde a Cadaqués, hermosa localidad situada en el Cap de Creus. Como habíamos oído y leído sobre el trato que se dispensa a los autocaravanistas por estos lares… cogemos sitio en el camping y fuera rollos. Tenemos muchos días por delante y ya habrá tiempo para el free-camping.

Bajamos por una larga cuesta que nos lleva directos del camping al puerto de Cadaqués. Al momento nos encontramos ante un hermoso puerto rodeado de casitas blancas de pescadores y abrigado por una pequeña cala en forma de bahía salpicada de barquichuelas aquí y allá. Hace bastante calor y decidimos darnos un chapuzón en su pedregosa cala a petición del más pequeño.

 

Después helado, paseo… nos internamos en sus estrechas y blancas callejuelas envueltas en buganbillas de color rosa y nos asomamos a un mirador para sacar la foto de postal que finalmente no nos sale por la altura del sol. Tiene encanto, pero le falta algo…

Regresamos al camping (que no es ninguna maravilla) para cenar.

1 de agosto, jueves:

Después de desayunar nos dirigimos al monasterio Sant Pere de Rodes. La información sobre este monasterio se remonta al siglo X, aunque sus origenes se pierden en el tiempo. Esta situado en lo alto del monte Verdera y desde allí se disfruta de hermosas vistas. Dejamos la furgo aparcada en un parking cercano, con algo de miedo, ya que hay carteles alertrando de robos.

La visita nos lleva al menos 2 horas puesto que es algo singular. Quizá lo que más nos impresiona es el hecho de que tenga dos claustros superpuestos.

Dejamos el monasterio y nos dirigimos carretera abajo. Paramos en el «Área d´Esbarjo de Mas Ventós» un área de mesitas a la sombra de unos pinos, para comer. Los carteles amenazantes nos perdiguen susurrando los robos, por eso nos situamos para comer cerca de la furgo, vigilantes. Hace mucho viento.

Después nos dirigios de nuevo a la costa, a Cala Calitjas, y tras serpentear por una carretera llena de agujeros y polvorienta llegamos a la tan deseada cala.

Pero realmente nos defrauda y cogemos el «camí de ronda» que nos lleva a Cala Pelosa.

Este camino se nos presenta como un regalo. Es precioso. Está salpicado de cactus gigantes en flor (con los que hay que tener cuidado de no dejarse la piel al caminar entre ellos) y abundante flora mediterránea, además esconde pequeñas calas unifamiliares muy agradables. Llegamos a cala Pelosa y sigue soplando el viento. Nos damos un baño y… zas! Al primer soplido nos reboza como a croquetas. Salimos y nos tomamos unas kañas en el chiringüito dela  cala.

2 de agosto, viernes:

Dejamos el camping y nos dirigimos a Port Lligat. Pasamos por delante de la casa del huevo(Casa Dalí) y nos llegamos al puerto donde vemos unas cuantas caravanas aparcadas y furgos… ¡Con los sesos al aire! Sacamos unas fotos del bucólico puertito y nos vamos a Roses.

Estamos expectantes, después de haber oído hablar tanto de Roses…¡Por fín! Aparcamos y nos adentramos en las callejuelas del casco antiguo, y enseguida nos damos cuenta que eso es lo que hay. Mucho chiringüito. La zona más turística, la zona de playa, ni la pisamos. Nos paseamos brevemente entre las pocas sombras que encontramos hacia el puerto. Para comer nos arriesgamos, y ganamos, en el restaurante «La Langosta». Nos sacaron en un menu de 12€ una paella marinera(de marisco porque llevaba hasta cigalas) que nos dejó alucinados. ¡Qué rica! Finalmente Roses nos dejó un buen sabor de boca.

Tomamos rumbo a L’ Escala donde cogemos sitio en el «camping Riell». (Nos cobran bastante menos que en Cadaqués con electricidad incluida)Sacamos las sillas y la mesa y las dejamos rezando: «ocupado» en la parcela . Salimos de nuevo hacia el yacimiento arqueológico de Ampuries, y por el camino, haciendo caso a la recomendación de un forero, nos paramos en «Solé» fábrica de conservas donde compramos las famosas anchoas.No estan mal para ser del Mediterraneo…Jí,ji.

Llegamos a Empuries y por suerte tenemos visita guiada en Francés/Catalán en media hora. Como es filosofía en todos nuestros viajes el hacer esfuerzos lingüísticos…Ya que la lengua también ayuda a comprender la cultura del lugar…pues el Catalán no iba a ser menos, y nos enganchamos a la visita guiada. Lo cierto es que después de dos inesperadas horas de tour en el que disfrutamos mucho,opinamos que el catalán es absolutamente accesible, y las palabras que se nos escapaban…pues las rescatabamos con la segunda explicación en francés.

Cuando el guía finalizó nos invitó a visitar el museo, pero pensamos en nuestro hijo, Eneko , que había aguantado como un campeón, e hicimos una retirada a tiempo.

El yacimiento de Empuries:

En el S VII a.C los pobladores indígenas de esta zona costera(tribu de los indiketes)se asentaban en lo que hoy es el pequeño pueblo de Sant Martí D’Empuries. Cuando llegaron los griegos fundaron sobre este poblado un primer asentamiento, y luego un segundo asentamiento sobre el recinto y sector que se visita correspondiente a la ciudad griega(Neá Polis). La colonia recibió el nombre de «Emporión» y de ahí el nombre actual. Después llegaron los romanos y realizaron un asentamieto y ciudad aún mayor.Todo ello contaba con un explendido puerto, cosa interesante para la època.

Terminamos el día con un relajante baño de últimísima hora (20′ antes de cerrar) en la piscina del camping. Premio para nuestro txiki.

3 de agosto, sabado:

dejamos temprano el camping Riell donde se nos había llenado la furgo de hormigas. Aparcamos en L’Escala y nos paseamos viendo todas esas calas a pie de plaza tan familiares.

El pueblo a pie de cala.

Tomamos el tren txu-txu (Carrilet) que nos lleva hasta el pequeño pueblo de Sant Martí d’ Empuries. atravesamos un bonito paseo entre el yacimiento y la duna de la costa. Precioso.

Sant Martí de Empuries aunque esta lleno de turistas se nos hace acogedor. Tiene mucho encanto y ambiente en las pocas terrazas de la plaza principal. Nos parece una pequeña joya.

Regresamos a la furgo de nuevo montados en el trenecillo y arrancamos hacia L’Estartit.Tras picar algo de camino ocupamos parcela en el camping «El Molino»-muy asequible- y nos vamos a lo que hemos venido que no es otra cosa que visitar las Islas Medes. Nos paseamos un poco por el paseo del puerto y finalmente cogemos ticket con «Nautilus» un barco de casco transparente para observar el fondo del mar.

Es algo agradable para toda la familia aunque reconocemos que algo caro. Realizamos el paseo a última hora de la tarde, muy apropiado para no pasar calor. El recorrido nos lleva hasta las islas donde para durante un rato para observar la flora y fauna de la reserva natural, después continua por la costa del Macizo de Montgrí, pasando por Cala Pedrosa y llegando hasta Roca Forada(un arco natural) (este año llevamos vistos unos cuantos)

Roca Forada y unos intrépidos piragüístas

4 de agosto, domingo:

Hoy comenzamos a realizar una ruta de pueblos medievales que proponen los folletos de turísmo y que además coinciden con lo que yo había planeado: La Bisbal d’ Empordá- Crüilles-Monells- Pùbol-La Pera- (Ullastret)- Peratallada- Palls.

Estos pueblos tienen  un encanto especial. El primero al que nos dirigimos es La Bisbal D’ Empordà. Tras aparcar la furgo sin problemas callejeamos hasta llegar al castillo y su plaza. Hace calor y nos tienta meternos en el castillo, pero finalmente leemos el folleto de información y turismo frente a su fachada y nos hacemos la idea. Parece interesante: Es un castillo Palacio que data de los siglos XI-XII y es una muestra importante de la arquitectura civil en Cataluña.

Callejeamos más de vuelta hacia la furgo y pasamos por el barrio judío. antes de irnos nos metemos en una tienda de venta de cerámica, que es el principal atractivo de este pueblo. Es genial, ceramicas de todos los colores, formas y maneras para deleitarse. No sé a donde mirar…¡ Pero no! Eneko es como un elefante en una cacharrería y todo corre peligro. Marko sale con él de la tienda rápidamente. Yo realizo unas cuantas compras y nos vamos.

Puente sin río de La Bisbal.

Después de picar algo en un parque sobre manta y bajo sombra nos acercamos a Crüilles. Lo más impresionante es la plaza , Plaza de La Torre, que guardan las casitas de piedra. En el centro de la plaza conserva aún una torre románica cilíndrica de un antiguo castillo.

Seguimos la ruta y llegamos a Monells. destaca la plaza de Jaime I envuelta tambiém en una cortina de casitas de piedra.Hace calor y Eneko tiene que merendar así que nos sentamos en el restaurante-bar «El roure blanch» donde tomamos un estupendo café con hielos.

Disfrutamos de esta hermosa plaza sacandole un montón de fotos. Impresionan las «voltes» que entendemos son los arcos que adornan las partes inferiores de los edificios.Nos llama también la atención la Plaza de L’Oli del S. XIV y XV donde durante siglos se ha celebrado el mercado.

Les voltes

Seguimos hacia Pubol. No nos resulta demasiado interesante, pero nos acercamos para admirar de cerca el castillito que Dalí le compró a su mujer. Hoy en día es un museo que se visita.

Terminamos la tarde acercándonos a el poblado ibérico de Ullastret. Llegamos y por suerte en breve comienza una visita teatralizada. ¡Menuda sorpresa! (Se ve que en este viaje estamos en racha con las visitas). Accedemos y comienza la visita amena por cómo está contado. De nuevo los niños disfrutaron de la visita como nadie. Este poblado como otros muchos pudo tratar con fenicios, griegos…hasta que llegaron los romanos. Nos llamó sobre todo la atención las cisternas y los depósitos de agua que realizaban tallando la roca.

Dormimos en el F.P de Ullastret,es decir, en el aparcamiento exterior del recinto, con la tranquilidad de saber que mañana es lunes y no habrá visitas . Esa noche los mosquitos nos comen vivos.

5 de agosto, lunes:

Seguimos con la ruta de los pueblos medievales y después de desayunar entre rasca-rasca y frota-frota arrancamos hacia Peratallada. Es un pueblo de los más espectaculares que hemos visto. Destaca la Plaça de les voltes repleta de tiendas y restaurantes. Aquí compramos otro par de cosillas de cerámica. en La Plaza del castillo nos paramos a tomar un café, y nos gusta, otra vez se repite el nombre, la Plaça de l’ olio, donde antiguamente se producía aceite.

Tras comer algo de picar nos acercamos al último pueblo de la ruta, Pals. Enseguida notamos que aquí hay más turistas y es que tiene un encanto especial.

Sus cuestas nos hacen sudar pues Eneko se echa la siesta y nos toca empujar carro. Callejeamos porque el encanto se basa en eso, admirar sus calles, sus rincones. Compramos un precioso espejo por lo que Marko me mira de reojo.

Es barato, pero abulta demasiado para llevarlo en la furgo durante todo el viaje. Aun así nos lo llevamos.Llegamos hasta arriba donde se encuentra la torre Les Hores, el último vestigio de un antiguo castillo. Desde allí hay una estupenda vista: ante los ojos calles estrechas y empinadas salpicadas de Bougambillas. Todo el pueblo está amurallado y conserva 6 torres de defensa.

Dejamos Pals y al atardecer nos acercamos de nuevo hacia la costa para comenzar la ruta de la costa .

 Aparcamos con mucha suerte cerca de la playa Sa Riera y aprovechamos para darnos un baño. Hacemos, por turnos para cuidar de Eneko, uso de la máscara y el tubo. Podemos ver gran cantidad de peces comiendo en las rocas.

Nos acercamos a pasar la noche al F.P de Pals playa.Nos sentimos arropados. Hay un montón de furgos y autocaravanas.

6 de agosto, martes :

Tras desayunar en las mesitas de madera del furgo perfecto arrancamos para realizar el «camí de ronda» entre Aiguafreda y Sa Tuna. Pagamos 2€ (menos mal que es para todo el día)de mala gana por aparcar al borde del camino en una cuesta que baja a Aiguafreda. Segun parece es un camino privado y ahí está negocio.

Realizamos el breve camí de ronda hasta Sa Tuna, pero con Eneko suficiente.Sa Tuna alberga una calita alrededor de la cual se agrupan pequeñas casitas blancas. Un pequeño paseo casi al borde de la arena esta animado por 3 o 4 restaurantes.

Traemos nuestros sandwiches en la mochila pero a Marko se le antoja tomar una caña y picar algo en uno de los restaurantes. Después de casi 40 min de espera y haberme levantado para avisar nos sirven. Los calamares que nos sacan parecen de plástico, y claro, eso no eran ni calamares, eran de paquete, congelados y ha saber de cuando. Nosotros de otra cosa no, pero de calamares sí entendemos y de comida también. Les reclamamos y nos piden disculpas, pero después de esperar casi otros 40min para que nos cobraran el resto de lo consumido nos levantamos y nos vamos a la playa(y esto jamás lo hemos hecho) Pero estabamos a 3 m, así que si querían cobrarnos allí estábamos sentados en nuestras toallas. Finalmente tuvímos que comernos nuestros sandwiches porque nos habíamos quedado con hambre.

La experiencia culinaria nos emborronó un poco la tarde, pero lo cierto es que el lugar era precioso y con mucho encanto.Nos bañamos y buceamos( máscara y tubo) hasta aburrirnos.

Por la tarde nos acercamos a Begur y por las indicaciones de un forero recordamos que tiene algunos edificios singulares: casas de indianos. Según entendemos por lo leído en las placas de las fachadas son las casas de ilustres de Begur que emigraron a Cuba en el S:XIX y allí abrieron grandes negocios, de tabaco, por ejemplo.

El ambiente y la animación que reina dentro nos sorprende. Hay músicos callejeros, un mercado con productos típicos y turistas de paseo por todos los rincones.

Para cenar nos acercamos a un lugar que nos había llamado la atención el día anterior por la cantidad de gente que esperaba para entrar. Se llama Rotisserie Can Padrés. Es un asador de pollos, pero a lo bestia. Tiene unas instalaciones terribles.

Esperamo, pero no demasiado para entrar al comedor y cenamos realmente bien por poco dinero. Los pollos estaban buenísimos, les pusimos un 10. Esto nos compensó el disgustillo de la mañana.

Volvemos a pasar la noche al F.P de Pals playa.

7 de agosto, miércoles :

Seguimos la ruta por la costa para visitar la famosa Aiguablava, donde nos habían contado que algunos futbolistas del Barça acudían para bañarse,  pero está a tope de gente y menos los futbolístas esos ESTABA TODO EL MUNDO. No le encontramos el encanto y en media hora nos vamos.

Nos quedamos en el camino para picar algo en la furgo y después conducimos hasta Aiguaxelida.

Aparcamos sin problemas y bajamos a la cala en la que la gente no hablaba, susurraba. Ese ambiente Chill out que tenían se termina cuando llega Eneko, nuestro hijo.

Pasamos la tarde bañandonos y buceando, incluso vemos una morena.

Café y paseo por Tamariu.

Necesitamos vaciar el potty y el camping aquí está completo, así que terminamos en Llafranc en el camping Kim. Esa noche nos cae una tormenta, la única en todo el viaje.

8 de agosto, jueves :

El camping Kim nos ofreció un alojamiento en una parcela, no cercana a la piscina, por un precio más módico de lo que cobraban, que aun así era caro. Por la noche, con la tormenta , las luces de acceso al baño parpadeando y la oscuridad y soledad que nos rodeaba nos recordaba a un refugio de la panda de «The walking dead» .

Por la mañana subimos al faro de Sant Sebastiá. Desde allí podemos observar una bonita vista de Calella y Llafranc y sacamos unas fotos.

Realizamos un breve paseo panorámico sobre la costa que está indicado y llegamos hasta la torre de vigilancia del S. XV. Ahí mísmo se encuentra el poblado ibérico Sant Sebastiá de la Guarda, de libre acceso. Está repleto de carteles explicativos y la visita se hace agradable.

Data del S. V a.C , ocupa la colina aunque su extensión no esta bien definida. Se pueden observar silos para guardar el grano, hornos para fundir metal y casas.
Bajamos del faro y llegamos a Llafranc donde despues de picar algo en la furgo tomamos un café en su paseo y un baño con sesión de gafas y tubo.salimos de la playa y cogemos el «camí de ronda» que une Llafranc con Calella de P. Nos vamos con carro y todo porque Eneko duerme.

Vistas de Llafranc desde el «camí de ronda»

En Calella encontramos ese «no sé qué» que le faltaba a Cadaqués. Quizá el ambiente de sus calles o la animación de Port Bou… Les voltes, son preciosas y su sabor a barrio de pescadores…nos tomamos unas cervecitas y después regresamos en «carrilet» a Llafranc, porque ya estamos cansados de empujar carrito(esperemos que sea el último año)

Dormimos en el AC de Sant Feliu de Guixols.

9 de agosto, viernes:

Palamos era un punto de nuestro viaje, pero nos entra pereza y como venimos precisamente de la costa, la lonja y sus menesteres no nos suscitan tanto interés, así seguimos en ruta bajando por la costa hasta llegar a Tossa de mar. El recorrido realizado es de preciosas vistas sobre el Mediterráneo.

En Tossa realizamos unas compras en el super y cogemos sitio en el camping Can Martí. Nos quedamos toda la mañana en el camping para asentar el campamento y disfrutar de su piscina, que es estupenda.

Vermout, comida, siesta…un verdadero relax y por la tarde a dar guerra a Tossa.Sus bulliciosas calles estan llenas de turistas y tiendas a partes iguales. Pasamos por la Capella des Socors pero no entramos, nos vamos directos a la zona amurallada, Vila Vella. Ascendemos paseando hasta el faro, sacamos fotos y descendemos entre callejuelas. La tarde cae y nos metemos a cenar en «La taberna de L’ abat» un restaurante dentro de la parte vieja de Tossa.

Vista desde lo alto de la «Vila Vella» de la playa y su paseo.

 Eneko se nos duerme y aprovechamos para tomarnos una copichuela y creo que sin quererlo acertamos de pleno. entramos en «La Gruta» donde nos tomamos unos mojitos de escándalo.

Queríamos un «Ron Cremat» pero eso… según nos explicaron no es fácil de conseguir.

10 de agosto, sábado:

Después de desayunar nos dirigimos a Lloret de Mar, pero nada más llegar nos defrauda por completo. Duramos media hora de reloj entre tanto turista y tanto chiringüito y salimos de allí pitando. Aprovechamos la tarde para hacer un poco de vida de camping y disfrutar de la piscina.

11 de agosto, domingo:

Es nuestro último día en la Costa Brava y tenemos permiso para permanecer en el camping hasta las 18:30, así que nos lo tomamos con tranquilidad y disfrutamos más del camping. Cuando mi reloj marca , más o menos las 18 nos acercamos a la recepción para salir, pero no! Mi reloj se había parado y eran realmente las 19(esto me pasa por llevar baratijas del Lidl) Nos apuramos por la hora y porque nuestro ferry hacia Menorca sale a las 23 de Barcelona. Pensabamos pasar por Blanes…para visitar el jardín botánico, pero otra vez será.

Embarcamos en el buque Fortuny sin percances.

Continuamos de viaje…. A Menorca. ¿Vienes? Pues pincha AQUÍ.

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