Este ha sido un día redondo por el Ensanche de Pamplona. Después de comer en El Colmado , pensamos en qué podríamos llevar a casa de esta visita a la ciudad. Los dulces son algo muy acertado, a lo que pocas veces nos podemos resistir, así que, casi como si un paso le siguiera al otro caminamos hasta llegar al número 28 de la calle Tafalla, en el Segundo Ensanche, para visitar Confituras Goya. ¿Os apetece un dulce?
Muchos pensaréis que me he confundido, que Confituras Goya es una conocida confitería de Vitoria… pero ésa es una parte de la historia que hoy queríamos descubrir de la mano de Rafael.
Esta empresa familiar dedicada al sector de la repostería y la bombonería abrió su primera tienda en Vitoria hace ya 130 años y, desde entonces, cinco generaciones han trabajado para que sus dulces y repostería artesanal lleguen hasta nuestros hogares. Fue en la tercera generación, con José Goya Mendizabal, cuando se crearon e impulsaron algunos de los productos más representativos de esta casa, como por ejemplo: Los Vasquitos y las Nesquitas, las frutas vascas o las trufas.
En la actualidad, de la mano de la quinta generación, Confituras Goya, que ya contaba con varios establecimientos en Vitoria, expande su red de tiendas a otras ciudades vecinas. Entre ellas, Pamplona, donde Rafael, nieto del mencionado José Goya y natural de la capital navarra, decide abrir esta franquicia.
La verdad es que entrar en esta tienda es todo un reto. Todo es artesanal, de gran calidad y elaborado con mimo; un buen hacer de esos que sólo las grandes familias saben mantener. La verdad, no sabemos por dónde empezar y se nos van los ojos de dulce en dulce, pero… ¿Cuáles son sus clásicos?
Las trufas y los bombones que al ser artesanales son de corto periodo de caducidad, tienen una pinta tremenda. Entre los bombones incluso encontramos alguno peculiar y único, como el Bombón de Txapela, una cobertura de chocolate oscuro que guarda un corazón de trufa blanca al patxaran. Me hizo pensar en mi padre…Nunca sale sin ella.
Sabemos perfectamente que el producto más conocido son los Vasquitos y las Nesquitas, y es que estos dulces, al igual que la familia Goya, tienen su propia historia. Como ya hemos mencionado al principio, fue en la época de José Goya Mendizabal cuando se lanzaron al mercado. Por aquel entonces, se llamaban Vaskitos y Neskitas, con “K”. Fue años más tarde, entrada la guerra civil, cuando prohibieron la “k” y tuvieron que cambiar el nombre.
Sea con “k” o con “qu”, estos pequeños pecados de los dioses son unos riquísimos bombones con avellana o naranja que vienen en una caja de metal con un dibujo tan chulo que seguro le encantaría a mi sobrina.
De repente, comenzamos a pasearnos por la tienda y nos sentimos como Charlie en la fábrica de chocolate. Ante nuestros ojos desfilan pasteles, palillos de caramelo o bombón, galletas saladas y de nata, mantecados, Florentinas, Rocas y Palitos de Naranaja, caramelos, Malvavisco… Todo deliciosamente ordenado en un gran escaparate que nos transporta al mundo de la niñez… Me acordé de mi hijo. ¡Qué goloso es!
Los jueves y los viernes, la confitería Goya recibe del obrador de Gasteiz bollería artesanal, de esa que ya no se hace. ¡Qué pena no haber venido ayer! Nos hubiéramos llevado unas Cristinas con mantequilla, unos bollos suizos o unos croissants rellenos de cabello de ángel. Pero nuestra pena es breve, porque enseguida encontramos con qué acompañar el café. El surtido de pastas de Goya es toda una tentación.
Nosotros somos de desayunar tostadas con mantequilla y mermelada, así que tampoco se nos pasan por alto esos tarros colocados de forma tan coqueta en una estantería. Pero… ¿Cuál elegir? ¿Naranja? ¿Melocotón? ¿Albérchigo?
Una apetitosa selección de turrones nos recuerda que ya se acerca la Navidad, y es que Confituras Goya también se toma muy en serio el endulzar las celebraciones que se van sucediendo a lo largo del año: rosco de reyes, rosquillas de San Blas, huesos de santo, buñuelos, huevos de Pascua,…
Finalmente, decidimos llevarnos un pedacito de la historia de la familia Goya: los Vasquitos y las Neskitas. Al llegar a casa y comentar nuestras andanzas, mi suegra recuerda: “El tío Pancho cuando venía de Madrid, paraba siempre en Vitoria para comprarnos a sus sobrinas Vasquitos y Nesquitas. Y de eso, ¡ya hace cincuenta años!”
La historia continúa…
Qué bonito post chicos, me encanta esa confitería. Me alegro de que estuvierais bien. Un abrazo
Muchas gracias Tatiana, a nosotros también nos ha encantado. Gracias por pasarte por el blog. Un abrazo.
Hace ya 50 años que conozco sus pastas y sus bombones vasquitos,(mis tíos cuando venían a Tarragona siempre traían una cajita de galletas o bombones) las pastas básicas seguís haciéndolas igual de buenas ,lastima que habéis cambiado el dibujo de la caja,antes; cuando veías solo la caja con todas aquellas galleta allí fotografiadas ya te relamías,pero bueno; lo básico que es, lo que va en el interior ,ESPECTACULAR. Siempre voy a la pasteleria que tenéis en la calle Dato me encanta esa tienda te transporta a otro tiempo; conservad la así.Gracias.
[…] a casa sin una caja de trufas surtidas o de Vasquitos y Neskitas de confiterías Goya, como dice Furgobidaiak, son dulces con […]