Esta vez hemos huido del carnaval de plumas y brillantina para acercarnos a esos carnavales ancestrales, esos que un día tan unidos estuvieron al pensamiento popular. Estos son los carnavales de Bielsa (Huesca), los carnavales de las bestias.
Cornelio colgado de la fachada del ayuntamiento.
El carnaval comienza cuando Cornelio Zorrilla Carnaval, el personaje vestido con ropas viejas y relleno de paja, cobra vida por tres días. Será colgado de la fachada del ayuntamiento, desde donde presidirá las fiestas, y el domingo por la noche será juzgado por todas las desgracias y males acaecidos en el valle durante el año, y será sentenciado quemarse en la hoguera.
El oso.
El oso tras pasar el invierno en su guarida sale a anunciar que pronto recibiremos a la primavera. Simboliza la naturaleza y lo salvaje. No podemos olvidar que en los Pirineos los pueblos han temido desde el principio de los tiempos a este gran animal, y como ocurre en estos casos, el oso ha llegado a ser uno de los personajes del carnaval, tal como lo puede ser de cuentos y leyendas.
Jóvenes del pueblo representan al oso (onso), y son doblegados sólo por los golpes del domador y las cadenas que contienen su fiereza.
El oso y el domador.
El domador es el que se encarga de mantener a raya al oso; controlan su fuerza a base de golpes y su carácter fiero y salvajes tirando de las cadenas. Al igual que los pastores de antaño suelen llevar la espalda cubierta con una piel de choto o macho cabrío.
Domador controlando a golpes al oso.
Los jóvenes solteros del pueblo son los encargados de dar vida a la tranga, quizá el personaje más representativo de este carnaval. Estos personajes, mitad hombre mitad macho cabrío, recorren las calles corriendo y haciendo sonar los cencerros que llevan atados a sus espaldas. Asustan a pequeños y mayores y dan más de un sobresalto a los más atrevidos.
Tranga haciendo sonar las esquillas o cencerros.
Las madamas son jóvenes solteras que representan la pureza. Van vestidas con faldas de lazos y cintas de colores.
Madama danzando por las calles.
Cuenta la leyenda que un oso pirenaico salió de su cueva desorientado y al encontrar la luna llena esta le enseñó el camino para volver a su madriguera invernal. De esta forma, el oso consiguió retrasar la llegada de la primavera 40 días.
Después de tantas emociones vividas en los carnavales nos instalamos en el camping Peña Montañesa, a escasos km de Bielsa, carretera Ainsa. Allí pudimos disfrutar de un relajante jacuzzi y su piscina climatizada. ¿Qué más se puede pedir?
Más información: www.penamontanesa.com/
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