Nos encantan nuestros paisajes, que perduren las tradiciones y ver vivos nuestros caseríos… ¿Qué mejor manera de ayudar a su conservación que conociéndolos de cerca? Vámonos a pasar la tarde en familia a Atxineta baserria, verás que lugar tan especial.
En el barrio de Olaeta, perteneciente a Aramaio (Araba) y situado a las puertas del Parque Natural de Urkiola se encuentra el caserío Atxineta. Allí nos encontramos con Igor Asarta, su propietario, para hacer una visita en familia de lo más atractiva.
Comenzamos la visita visitando el establo de las cabras, dóciles y juguetonas, que tras mordisquear nuestros pantalones y olisquearnos de arriba abajo salieron corriendo delante nuestro para ir a pasear. Según nos contó Igor el caserío Atxineta se dedica desde hace años a la cría de animales autóctonos, y en especial de la cabra azpigorri. Tal como indica su nombre en euskera azpi (parte de abajo) gorri (rojo) las cabras son de color negro y las partes inferiores del cuerpo en color rojizo. Paseamos con ellas por parte del prado y luego nos internamos en el bosque, donde no pierden oportunidad de brincar en libertad. ¿Sabéis que esta raza de cabras está en peligro de extinción y que gracias a la labor de muchos cabreros vascos, como Igor, se está recuperando?
Durante el paseo, además, nos vemos guiados por Lur, el perro pastor del caserio, que una vez hecho el paseo nos conduce hasta las vacas pirenáicas, que se amontonan las unas junto a las otras para echar la siesta plácidamente. Tienen muchísima suerte, porque sus pastos se encuentran en un lugar privilegiado. El valle de Aramaio es un enclave de excepcional belleza y gran riqueza natural, conocido desde antaño como “La pequeña Suiza”.
Pero los habitantes más tímidos del caserío son los ciervos, a los que tras unos minutos conseguimos atraer para darles de comer. “Pronto comenzará la berrea”, – nos explica Igor – “Y algunos lucharán cornamenta contra cornamenta”…
Nos encantan los animales pero, ¿sabéis a qué hemos venido? En Atxineta baserria se cultivan en plena naturaleza y en las mejores condiciones de temperatura y humedad arándanos de las variedades Patriot, Blueta y Collins. Además, lo hacen de una manera ecológica y atendiendo a los modos de sus antepasados. Porque Igor nos cuenta que Atxineta era el caserío de su abuela y ella ya cultivaba arándanos.
Es una actividad en familia interesante y entretenida, así que cogemos una caja y por un rato nos transformamos en recolectores de arándanos, con el incentivo de que tras pesarlos y pagarlos podremós llevárnos a casa todo lo que recojamos.
¿Sabéis que los arándanos tienen innumerables beneficios para la salud? Previenen enfermedades como la diabetes, problemas de próstata y riñón; aporta fibra y son ricos en vitamina C… Así que no podíamos irnos sin probar los zumos naturales de Atxineta y sus sabrosas mermeladas bio, todo hecho con sus mejores arándanos.
Nunca hubieramos imaginado que ésta podría ser una experiencia tan enriquecedora para toda la familia. Nos ha encantado conocer de cerca el caserio, la vida de sus animales, la importancia de conservar las razas autóctonas, sentir el esfuerzo de recolectar para uno mísmo…
Desde principios de julio hasta mediados de agosto tenemos una cita en Atxineta baserria
¡Que no se os escape!
Ya tengo ganas de ir a este caserío!
No te defraudaría.¡Un abrazo!
Pronto estaremos recorriendo los parajes.